Solterísimo TV

Dentro de estos días lanzaré un nuevo proyecto basado en mi columna "Soltería 101". Se trata de un video blog en el que relataré los temas que me inquietan desde un punto de vista cómico, lo que en pocas palabras significa que haré el ridículo. Espero que lo vean, lo disfruten, lo compartan y lo comenten.

La Peor Película de la Historia

El año 2001 ocurrieron muchas cosas malas, partiendo por el 9/11. Pero, personalmente, mi tragedia más seria fue participar en el rodaje de la peor película de la historia. ¿Por qué la llamo así? Porque no tiene nada bueno. El sonido es malísimo, la edición es pésima, las actuaciones son deplorables y la continuidad, inexistente. Si todo eso no fuera suficiente, el guión es terrible y, para ser una película que además pretendía ser tomada en serio, el presupuesto apenas alcanzó para comprar el VHS en la que se filmó. Tan mala era la situación que nosotros, los “actores”, debimos pagar todos nuestros gastos e incluso costear parte de la producción. Una vergüenza.

La película no es fácil de ver, no por lo malo del sonido, sino porque además la historia es incomprensible a ratos. Por lo mismo escribo esta guía, un manual de supervivencia para ver la peor película de la historia.

“Conclusión”

La cinta comienza narrando la historia de Nashla, una chica de familia bien que tenía una relación muy cercana con su abuelo (¿pedofilia?). Aunque él falleció hace años, ella sigue sufriendo su partida y viaja para visitar su tumba cada año en la fecha de su muerte. Este año, su novio Adolfo decide acompañarla e invitar a algunos amigos para pasar un buen momento. No sabían lo que les esperaba...

El grupo de jóvenes se encuentra en la estación de trenes y emprende rumbo al campo. En el camino, Adolfo tiene una pelea con Ishtar, el matón del grupo. Este último, rezagado, tiene una pelea con un campesino y termina asesinándolo, todo por una pelota de fútbol. El chico era un rudo.

Ya en el campamento, vemos a Afrodita, la puta, seduciendo a Adán, el payaso. Además, se deja entrever un pequeño conflicto en la relación de Nashla con su novio. Los personajes empiezan a tomar forma... creo.

Nashla va al cementerio, y en la tumba de su abuelo es abordada por un extraño personaje, el mismo que en la estación de trenes le devuelve su pañuelo (escena que pasó inadvertida por la mala iluminación). El joven le dice que si quiere volver a ver al difunto, debía verter su sangre sobre una fotografía del anciano. Increíblemente, la chica accede, para lo cual rompe una botella. Lo gracioso es que la puta botella debía dejar un gollete, pero se hace añicos. Aún así hay sangre.

Parte 1

De vuelta en el campamento, Nashla pide a su amiga Yovanka que no la moleste nadie, pero Anton, el gótico (¿qué mierda hace un gótico con toda esta gente?, ¿de quién es amigo ese huevón?) se cuela en su tienda y se gana su confianza. Luego en la noche la convence (esta chica es MUY fácil de manipular) para hacer un rito en el que invocarían a su abuelo. De alguna forma, al rato convencen a los demás de ayudarlos.

Después de una escena en la que hago el ridículo interpretando a Caín, el gracioso número 2; vemos un poco más de conflicto entre los novios. Cae la noche y se realiza el rito. La puta Afrodita resulta ser una virgen (¿habrá sido la Virgen María así de puta?), que es entregada en sacrificio a un dios pagano. Mientras Nashla se conecta con su abuelo, quién le advierte que ella y sus amigos están en peligro, la “virgen” es desflorada por el dios. Ahí se explica el porqué mientras Nashla gime de terror, la otra chica lo hace de placer. Ah, y también se entiende el porqué luego de esta escena, Yovanka le lava “su zona” sangrada a Afrodita.

Parte 2

Para relajar las tensiones luego de toda la situación del ritual, los chicos deciden jugar fútbol (sí, de noche, en medio de la nada y con linternas). Adán lanza lejos el balón y sale a buscarlo. Pasa un buen rato y no regresa, por lo que la gente se preocupa. Mi personaje sólo se preocupa de llevar a Afrodita a “pasear” para, y me avergüenza decirlo, besuquearse en la oscuridad de la noche con ella (ojo con el diálogo de Matrix de la chica). Después de un tiempo, todo el grupo sale en búsqueda de Adán, interrumpiendo mi desplante amatorio, el cual queda definitivamente acabado cuando encuentro al gordo muerto en medio del bosque.

Todos vuelven al campamento y lo encuentran totalmente destruido, con una Biblia en llamas (clásico). Junto a Ishtar, Caín (creo que ya saben que soy yo) va a buscar ayuda. Ishtar se desvía para comprobar el cadáver del campesino, el que luego desaparece, al igual que mi personaje. Y aquí viene la mejor parte de la película: el grupo me encuentra en una casa abandonada, muerto y... CRUCIFICADO al revés. En ese momento todos culpan a Ishtar de mi muerte, quién alega que el campesino muerto lo hizo (pero qué mierda, ¿es de fantasmas, demonios o zombies esta película?).

Parte 3

Los jóvenes se separan, después de que Nashla termina con Adolfo, quizás seducida por Aston y sus teorías lógicas sobre la culpabilidad de Ishtar en los asesinatos, o sólo porque su novio es un puto idiota. Afrodita se separa de su grupo con Adolfo y Yovanka, perdiéndose. En una movida desesperada (o simplemente estúpida), Adolfo golpea con una rama a Yovanka, quién trataba de regresar por los demás. Notable es la cámara lenta de esa escena, y más notable es lo sorprendido que queda Adolfo al regresar y verla muerta.

En el intertanto, Nashla y Anton se besuquean. La chica, al parecer con deseos subconscientes hacia su abuelo, lo ve reflejado en Anton por unos instantes. Luego tiene una alucinación de su ex novio y el gótico peleando, la que se hace realidad cuando Adolfo aparece en escena y golpea a Nashla con la misma rama de antes (este chico tiene un problema con las minas y los palos, ¿eh?). Y por ahí aparece Afrodita, muerta, con un pentagrama dibujado con sangre en su espalda desnuda. Se acerca el clímax.

Nashla aparece en acción, sólo para ser asesinada frente a los muchachos por... cha cha cha chaaaan... Ishtar (¿no era un poco obvio ya?), el mismo que, después de matar a Adolfo a puñaladas y justificar sus crímenes con la triste historia de su vida, se suicida de una manera muy poco convincente. Entonces ahí viene el grito correspondiente de Anton y se va todo a negro; para terminar la película con la voz en off del gótico dando a entender que todo había sido un sueño (número uno en el manual de finales obvios), mientras una melodía mamona musicaliza imágenes de los jóvenes felices y, bueno, vivos.

¿No tuvo suficiente con este “final feliz”? Bien, entonces los editores del filme no encontraron nada mejor que ponerle el minuto final de un anime más triste que la mierda y, ya que estaban en eso, superponer los créditos de la película sobre los créditos en kanji de los susodichos dibujos animados. ¿Por qué perder tiempo en crear tus propios títulos si los japoneses lo pueden hacer por ti?

Parte 4

Y eso fue “Conclusión”, la peor película de la historia, y quizás uno de los peores errores de mi vida.

¿Le gustó la película? ¿Disfrutó cada escena? ¿Se rió a más no poder? Bueno, compártala con sus amigos y déjenos su amor en los comentarios.

Pronto... la película prohibida

Era 2001, y en las afueras de Santiago de Chile se filmó una película destinada a cambiar el cine que se había hecho hasta ese entonces. Yo, un tímido chico de 18 años, participé en el filme. Pronto publicaré los videos y una completa reseña de a grabación. Por ahora, confórmense con ésto.

ACTUALIZACIÓN: La película ya fue lanzada, lean este post: http://edohernandez.blogspot.com/2013/04/la-peor-pelicula-de-la-historia.html

Soltería 101 - Capítulo 6 – De vuelta a los negocios

Se acabó la espera. A casi 7 meses de mi ruptura, decidí salir al mercado. Bueno, para ser sincero creo que siempre estuve en el mercado, pero de forma latente nada más. Flirteé por aquí y por allá, jugué a ser un galán y se podría decir que me funcionó... técnicamente. Ya que me estoy confesando, debería mantenerme fiel a la verdad. Lo voy a explicar así: hace años atrás, en la fiesta de bienvenida de mi universidad, me invitaron a jugar futbolito. Yo los miré y les dije: “Compadres, hace como 4 años que no juego, y cuando jugaba era malo.” Pues bien, la misma historia se aplica ahora, pero con las chicas.

Allá por los locos años 2000 yo fui un soltero empedernido, y más que una opción, el celibato era mi karma. No había caso. Por más que me andaba ofreciendo incluso con las minas más feas, siempre volvía a la casa solo y frustrado. Mi vida amorosa tenía menos acción que un juego de ajedrez televisado. Y de pronto, el milagro: conocí a una chica que me aguantó, trató de entenderme y me acogió sin importarle que por esos momentos (y creo que aún ahora) era un pendejo idiota. Esa chica fue mi novia por casi 9 años.

Pero eso ya terminó. Y mirando en retrospectiva, ha sido bastante tiempo fuera de las pistas; tiempo que me juega en contra. A mis 30 años ya debería dominar el arte de la seducción o por lo menos entender en parte a las mujeres. Sin vergüenza puedo decir que no tengo ni la más puta idea de nada. La mujer es un misterio indescifrable para mí.

La situación se ve bien cagada hasta ahora, pero no es tan así. Me encontré en esta encrucijada y siento que encontré una forma de manejarla. ¿Qué mejor forma de entender a estos extraños seres del cromosoma XX que relacionándose con ellos de una manera no sexual? Sí, suena bastante estúpido, pero para mí esto no era tan obvio. Siempre estaba tan necesitado de contacto carnal que la amistad hombre-mujer para mí era un mito. Ahora me encanta. Amo a mis amigas y hacer esa transición del deseo a la fraternidad es lo mejor que me ha pasado.

Y así estoy volviendo al mercado. Recargado, 2.0, un hombre nuevo. Educado bajo los preceptos de mi gurú del sexo (no voy a revelar aún su nombre) y moldeado por el toque femenino. Sigo sin entender a las damas y la verdad que hasta el momento mis intentos de conquista han sido una mierda. Pero cuando recuerdo aquel día en que jugué futbolito en la universidad pese a lo malo que era, me siento esperanzado. La seducción, al igual que el fútbol, es un deporte. Practicando aprendes y te haces mejor, y aunque seas malo, siempre es entretenido jugar.

Soltería 101 - Capítulo 5 - Terminator

Casi siempre las historias de comedias románticas o dramones sentimentales comienzan con alguien que es abandonado por su pareja. Es fácil identificarse con el sufrido protagonista en sus peripecias por recuperar este amor perdido o encontrar uno nuevo, ya que no cuesta mucho entender su dolor. Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido, al igual que este personaje, y hemos debido recorrer el largo camino de la pena.

Pero, ¿y qué pasa con los otros? ¿Quién retrata la historia de nosotros “los malos”? Porque así me he sentido desde que terminé mi relación: como el malo de la película. Soy Arnold Schwarzenegger vestido con chaqueta de cuero y lentes oscuros, con una escopeta recortada en la mano. “He venido del futuro a cagarte la vida” digo, y empiezo a disparar a diestra y siniestra. Un total hijo de puta.

Un poco más en serio, terminar con mi ex ha sido la experiencia más traumática de mi vida. Ver sufrir a alguien que quieres es malo, pero si a eso le sumas el saber que eres tú quien lo hace sufrir, es horripilante. Aún recordar ese momento me pega fuerte, y las imágenes siguen vívidas en mi cabeza aunque ya ha pasado un buen tiempo desde que esto ocurrió.

¿Y después? Bueno, la vida continúa. Comienzas a deambular por el mundo con la conciencia en llamas, un Infierno en tu cabeza. Esa, mis amigos, es la culpa. Es el mismo sentimiento con el que la Iglesia ha movido masas y que hace que millones de dólares vayan a las arcas de un sinnúmero de ONGs. Es la emoción que domina nuestros días y alarga nuestras noches.

Pero hay que tomarse las cosas con tranquilidad, no todo está perdido. La culpa es una sensación terrible, que mezclada con las demás cosas que nos pasan por la cabeza y lastiman nuestro corazón crea un cóctel devastador. Sin embargo, he logrado contrarestarla. No digo que sea “la” forma correcta de hacerlo, sólo es un camino de tantos que se pueden tomar. Mi receta ha sido salir al mundo, siempre. Claro, tuve un par de semanas de mierda de llorar y pasar varias horas extra al día tirado en la cama. Pero luego, salía. Y hasta el día de hoy, sigo haciéndolo.

Estamos jodidos, no hay forma de huir de nosotros mismos. Entonces, ¿para qué salir, se preguntará Usted, lector inquisitivo? Porque afuera está el mundo, y en el mundo hay gente. Mucha gente. Esa es la gran ventaja de no quedarse encerrado física y mentalmente. Conocer e interactuar con personas nuevas es una excelente terapia. A la larga, oyendo sus historias te vas dando cuenta de que hay cosas mucho peores y lo que te ha ocurrido a ti te comienza a molestarte menos. Además, en ciertas ocasiones puedes llegar a cruzarte con personajes que hasta refuerzan la idea de que tomaste la decisión correcta. Ver a estos seres atrapados en relaciones patéticas sólo por miedo a estar solos o por una dependencia enfermiza a otra persona te ayudará más que cualquier antidepresivo.

Terminar una relación es difícil, y ser el Terminator es un martirio. Pero si te encuentras en esta situación, desde mi propia experiencia te puedo decir que siempre es mejor sufrir un gran dolor de una vez que crear un dolor permanente para ti y tu pareja en el futuro.

“Hasta la vista, baby.”